XacopediaFernando III el Santo.

Rey de Castilla y León (Ciudad Real 1199-Sevilla 1252). Rey de Castilla (1217-1252) y de León (1230-1252). Canonizado por la Iglesia católica en 1671, siendo papa Clemente X. Restituye las campanas de la catedral de Santiago, robadas por Almanzor en el año 997 y trasladadas a Córdoba. Peregrina a Santiago de Compostela en 1233. Sus guerreros decían que en algunas batallas que dirigía el rey Fernando les parecía sentir por los aires al apóstol Santiago protegiéndolos.

Heredó el gobierno de León de manos de su padre, Alfonso IX (1230), y consiguió el mandato sobre Castilla por cesión de su madre, Berenguela (1217), a causa de la muerte de su tío Enrique I. Durante los primeros años de su gobierno hubo de combatir la revuelta nobiliaria encabezada por la Casa de los Lara y la invasión leonesa promovida por su padre Alfonso IX, rechazada frente a Burgos.

Esta herencia supone la unión definitiva de ambos reinos, aunque durante los primeros años conllevará un foco de problemas, ya que se cuestiona la legitimidad de Fernando para recibir la herencia de sus padres. La diplomacia desempeñada por su madre, el carácter conciliador de Fernando y el clima de optimismo generado por la victoria sobre los musulmanes en las Navas de Tolosa (1212) suavizan las iniciales reservas que la entronización de Fernando III había suscitado entre los castellanos.

Antes de contraer su primer matrimonio, pasó una noche entera rezando, pidiendo a Dios que bendijera su nuevo hogar. En sus cartas se declaraba “Caballero de Jesucristo, siervo de la Virgen Santísima y alférez del apóstol Santiago”. Resueltas las divisiones internas castellanas, en 1219 se casó en Burgos con Beatriz de Suabia, nieta del emperador alemán Federico I Barbarroja, uniendo de este modo la Casa de Castilla con los principales representantes del partido gibelino.

Tres días después de los esponsales, es ordenado caballero en el monasterio de las Huelgas. Tiene el camino preparado para relanzar las labores de conquista de los territorios musulmanes, aprovechando el clima de euforia desatado por la victoria de las Navas y la debilidad del poder árabe peninsular. En 1224, la Curia de Carrión decide adjudicar todos los recursos necesarios para la lucha contra los musulmanes y se iniciará así un período de numerosas e importantes conquistas militares. Así, en 1236 toma Córdoba, una conquista que va más allá de lo puramente militar por el carácter simbólico de la antigua capital del califato. Es entonces cuando recupera las campanas de la catedral de Santiago, que devuelve a su origen, siguiendo la ruta de la Vía de la Plata, la antigua vía romana, hacia el norte. Por este tiempo este itinerario despierta el interés de los peregrinos.

Con la próspera situación económica del reino, Fernando III posibilita el lanzamiento de constantes campañas militares, con lo que las conquistas se suceden. Caen sucesivamente Chillón, Almodóvar, Lucena, Aguilar, Écija, Osuna y Estepa. En 1243 toma Murcia y en 1245 conquista Jaén. Tras un asedio de dos años, en noviembre de 1248 es tomada la ciudad de Sevilla, lo que supone el punto álgido del poderío militar y económico del monarca castellano-leonés. La conquista de Sevilla, representativa del poder musulmán, requerirá por vez primera de un ataque marítimo y un auténtico despliegue de medios técnicos y materiales. Así, se prepara una flota en el Cantábrico que asolará la ciudad a las órdenes del almirante Ramón Bonifaz, para evitar el auxilio procedente del exterior.

Tras conquistar buena parte del sur peninsular, la preocupación de Fernando III será asegurar el control sobre los territorios anexionados para organizar y estructurar bajo el patrón de asentamiento castellano tanto los recursos como las nuevas tierras. Para lograr este doble objetivo, organiza un ataque contra el norte de África y establece un sistema de reparto de las tierras y bienes tomados a los musulmanes entre caballeros y peones cristianos, con el fin de asegurar la subsistencia de los nuevos pobladores mediante los recursos necesarios.

Mandó traducir al castellano el Liber Iudiciorum [Fuero Juzgo]. Durante su reinado se erigieron las catedrales de Burgos (1221) y Toledo (1226). Casado en segundas nupcias con Juana, hija del conde de Ponthieu, de sus dos matrimonios nacieron trece hijos, entre ellos Alfonso X el Sabio. [IM]


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