orden militar
Es la institución militar y religiosa con el cometido de asistir a los peregrinos y liberar el Camino de todo tipo de trabas y peligros. Surgen estas organizaciones en la Edad Media como resultado de las cruzadas y las peregrinaciones. De esta forma, sus miembros ejercían una labor hospitalaria que compaginaban con fines militares y participaban de una categoría de monjes-soldados, sometidos a una rigurosa regla monástica. Fueron muchos los monjes-guerreros que pusieron un importante empeño en la hospitalidad jacobea. También es cierto que en la España de mediados del siglo XII y en el ámbito del Camino de Santiago, los freires, tanto hispánicos como de las órdenes universales, ayudaron en las hospederías y protegieron los puentes y los diferentes lugares próximos a sus conventos por donde pasaban los peregrinos.
La primera de las órdenes militares, y también la de mayor influencia fue la del Temple, que permaneció en activo durante cerca de dos siglos. No se conoce la fecha exacta de su fundación (entre 1118 y 1119), pero sí que estaba compuesta por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payens tras la primera cruzada. No fue aprobada por la Iglesia católica hasta el año 1129, fecha a partir de la cual adquirió mucho poder. Otra orden militar destacada fue la del Santo Sepulcro, dirigida por Godofredo de Bouillón, principal líder de la primera cruzada, que se centraba en la defensa del Santo Sepulcro de los infieles, para lo que contaba con un total de 50 caballeros. También hay que mencionar la Orden de los Caballeros Teutónicos, la de los Lazaristas y la de San Juan de Jerusalén. Esta última, nacida a mediados del siglo XI, es la que puso un mayor empeño en la atención a los peregrinos. Con todo, no está vinculada con Galicia hasta el siglo XII.
En la península se crearon durante la Reconquista varias órdenes militares autóctonas que, pese a compartir muchas semejanzas con las internacionales -la más importante era la de dar protección a los peregrinos-, estaban muy influidas por el enfrentamiento entre los reinos cristianos contra los musulmanes. De esta forma, cada una de ellas repoblaba diferentes territorios situados entre el Tajo y el Guadalquivir, donde desempeñaba una función política y económica. Además, tuvieron un importante papel en las luchas nobiliarias acontecidas entre los siglos XIII y XV.
La más antigua, que se remonta al año 1158 y fue fundada por el abad Raimundo de Fitero en la villa del mismo nombre, fue la Orden de Calatrava. Su insignia era una cruz griega roja y flordelisada. Doce años más tarde se creó en el reino leonés la Orden de Santiago, con emblema de la cruz de Santiago; y en 1176 la de Alcántara, fundada en la parte norte de Cáceres y denominada en un primer momento como de San Julián del Pereiro. La más tardía fue la Orden de Santa María de Montesa -popularmente conocida como Orden de Montesa (1317)-, que se sitúa en el Reino de Valencia. Su creación se debió a la disolución de la Orden del Temple, cuyos caballeros y territorios pasaron a formar parte de esta última.
El origen de las órdenes militares peninsulares no se conoce con certeza, aunque sí se barajan distintas hipótesis. Varios autores creen que se debió a un proceso de unión de milicias y hermandades cristianas en un momento de gran tensión que requería todos los esfuerzos contra el imperio almohade. Esta teoría la desdicen los estudiosos de la lengua y la cultura árabes, que se empeñan en que las fuentes de inspiración fueron los ribat musulmanes. [VCM]