Luis XI

Rey de Francia (1423-1485). Se le ha atribuido una peregrinación a Santiago de Compostela de la que no constan datos concretos. En cualquier caso, sí destaca como uno de los reyes extranjeros devotos más entusiastas del Apóstol. Realizó a lo largo de su vida varias y notables ofrendas con el fin de engrandecer el templo jacobeo de Compostela y honrar al Apóstol. Siendo aún delfín, le ofreció a la catedral un incensario de plata, en forma de fortaleza, que valía mil ducados. En el año 1481 enviaría a Esteban Buduy en su nombre, para que le ofreciese al Apóstol 512 florines de Aragón, 121 castellanos y 39 enriques.

Después, asignó para el mantenimiento de la capilla de los Franceses o de San Luis de Francia ochenta francos anuales. Posteriormente, mediante su preceptor y consejero, Antonio Mortillón les envió al arzobispo y al Cabildo una carta escrita en pergamino en la que anunciaba el envío de dos campanas. En esta misiva, fechada el 3 de julio de 1483, se comprometía a transportar por mar todo el metal y las demás cosas necesarias para hacerlas en Santiago. Sobre estas campanas recoge Laffi la leyenda que afirma que tuvieron que dejar de tocarlas porque era tan grande su estrépito, que las mujeres embarazadas daban a luz prematuramente. Se instalaron en la torre del Reloj en 1484. [XIV]

V. Luis IX / Torre do Reloxo