Creado en 1964 por el Gobierno español con motivo del Año Santo compostelano de 1965. Es un organismo que tiene como objetivo activar la promoción de la ciudad de Santiago como meta jacobea. El compromiso expreso de la Administración franquista se manifestó en la inclusión de varios ministerios en el Patronato, así como en el ejercicio efectivo de su control. Contaban también con representación la Iglesia, la Universidad y el Ayuntamiento compostelanos. Durante el franquismo su denominación oficial fue simplemente la de Patronato de Santiago.
“Constituye un privilegio para la ciudad. No tenemos noticias de la existencia de otro Patronato similar. Señal evidente de que el Estado, aquilatando la enorme trascendencia de Compostela y pensando en su futuro, no es ajeno a las aspiraciones santiaguesas”, señalaba la revista Compostela en aquel momento. Era, efectivamente, una iniciativa novedosa y que parecía muy positiva para el desarrollo de la ciudad, que a la sazón empezaba a redescubrir los beneficios que se podían derivar de su condición de meta del Camino de Santiago.
Sin embargo, el organismo entró en un largo y progresivo periodo de hibernación del que no se recuperó ni con su transformación en 1979 en Real Patronato, ya que fue en la práctica una mera adaptación a los nuevos usos democráticos. Pero al final su aletargada pervivencia facilitó que fuese reconstruido en 1991 por el Gobierno central, a instancias del Ayuntamiento de Santiago y el Gobierno gallego, ante la celebración del Año Jubilar de 1993. En este periodo canalizó fondos extraordinarios, sobre todo de las Administraciones central y autonómica, que dieron un significativo impulso a Compostela, al hacer realidad numerosas infraestructuras vinculadas al mundo jubilar y al servicio general de la ciudad.
El Real Patronato celebra reuniones plenarias con escasa frecuencia. Lo suele hacer, presidido por el rey en vísperas del inicio de los años jubilares compostelanos. Aunque inicialmente fue el único en su estilo en España, en los últimos años han surgido organismos semejantes en otras ciudades de gran interés histórico y cultural, como Toledo y Cuenca.
El Consorcio de la Ciudad de Santiago es el órgano ejecutivo del Real Patronato. Creado en 1992, tiene como objetivo la propuesta y ejecución de iniciativas promocionales y de infraestructuras en la ciudad como singular meta del Camino de Santiago. Sus fondos, de consignación anual, proceden de los Gobiernos central y autonómico y, en menor medida, del Ayuntamiento compostelano.
Con motivo del Año Jubilar de 1993, el Consorcio coordinó y financió un ambicioso plan de obras y de programación cultural y promocional denominado Compostela 93. El objetivo era el relanzamiento de la imagen internacional de Santiago como una gran urbe histórica, al ser -con Jerusalén y Roma- una de las tres mayores metas de la cristiandad peregrina. La iniciativa fue un revulsivo para la ciudad y abrió un periodo de reactivación general, paralelo al renacer internacional del acervo jacobeo en la pasada década de los noventa.
Después de 1993 el Consorcio centró su actividad en la recuperación de la ciudad histórica compostelana y en el mantenimiento de su promoción exterior, pero con fondos considerablemente menores. Desde aquel año, su mayor reto fue la celebración en el año 2000 de la Capitalidad Europea de la Cultura, que Santiago compartió con otras ocho grandes urbes del continente, y la preparación de la ciudad para la celebración de los años santos compostelanos que siguieron. En los últimos años una de sus principales acciones ha sido la dotación de una nueva y más amplia sede para el Museo das Peregrinacións y la mejora del entorno del casco histórico de la ciudad. [MR]