Villalcázar de Sirga
Pueblo de 205 habitantes (809 m) en el Camino Francés a su paso por la provincia de Palencia, Castilla y León. A 408 km de Santiago. Conocida popularmente como Villasirga -y así aparece nombrada en un documento del siglo XI-, no estuvo desde sus orígenes en el Camino de peregrinación, ya que desde Frómista a Carrión se pasaba por la cercana villa de Arconada donde existía un importante hospital.
Tiempo después la ruta se modificó y la localidad se convirtió en uno de los centros marianos más importantes del Camino gracias a la Virgen Blanca, una talla pétrea del siglo XIII a la que cantó Alfonso X en las Cantigas de Santa María, donde se recogen numerosos milagros de la citada Virgen, muchos de ellos relacionados con curaciones de peregrinos. Al parecer, los romeros enfermos que volvían de Santiago sin que el Apóstol hubiera curado sus males, sanaban tras orar ante la Virgen Blanca.
La imagen de Santiago se encuentra en la iglesia románica de Santa María la Blanca (s. XII), cuya forma fortificada delata su condición de casa-fortaleza de una importante encomienda de Templarios que la convirtió en uno de los centros religiosos más relevantes del Camino. El templo tuvo una portada en el lado occidental llamada puerta del Ángel, por donde salían los peregrinos para seguir ruta hacia Carrión de los Condes. En 1888 hubo un derrumbamiento de esa zona que arrastró el hastial, el pórtico y el coro y dos años después se cerró el hueco con un muro desnudo y rematado por algunas esculturas de piedra pertenecientes al siglo XIII.
En el interior de la iglesia hay que destacar la capilla de Santiago, del siglo XIV, que guarda imágenes góticas de la Virgen y el sepulcro de Juan Pérez, el último maestre templario que tuvo Villalcázar. Otro elemento de interés es el retablo de Santiago Apóstol (1530), con tablas de Cristóbal de Herrera y la imagen del Santo de Juan de Valmaseda. Narra dos hechos muy conocidos en el ámbito de las peregrinaciones y plasmados en el Codex Calixtinus. El primero de ellos es la predicación de Santiago y su discípulo Hermógenes -a quien otorgó el título de obispo-, y el segundo -reflejado en las tres tablas inferiores-, muestra la llegada de los restos del Apóstol al puerto de Iria Flavia y el encuentro con la reina Lupa.
Al desaparecer los templarios en 1312 serán los sanjuanistas los herederos de parte de sus bienes y sobre todo de atender a peregrinos y enfermos en sus hospitales y hospederías. También destacó el hospital perteneciente a la Orden de Santiago y ubicado en la villa desde 1527. Su escudo aún se conserva hoy exornando su entrada. Hay dos albergues privados y permanece uno de los locales más típicos del Camino: el mesón que durante décadas atendió Pablo Payo Pérez, nombrado Mesonero Mayor del Camino de Santiago, y que ahora dirigen sus hijos. [TRI]