XacopediaCódice de las Huelgas

Burgos, la ciudad del Cid Campeador, capital del antiguo Reino de Castilla, situada en pleno trayecto de la Ruta Jacobea, centro de caminos de peregrinación y urbe peregrina como pocas, guarda, entre sus muchas riquezas arquitectónicas, culturales y artísticas, uno de los más importantes tesoros de la música medieval española, el llamado Códice de las Huelgas.

Toma el nombre del monasterio cisterciense de monjas de clausura de Santa María la Real de las Huelgas, auténtica ciudad-monasterio, muy próxima al hospital del Rey y situada sobre el Camino de Santiago en la salida de Burgos hacia Palencia. Fue mandado construir por Alfonso VIII y Leonor Plantagenet en 1187, en lo que fue un área de recreo y descanso de los reyes llamado las Huelgas y levantado para que, además de monasterio, fuera palacio, panteón real y lugar de retiro de damas de la nobleza castellana y de la realeza, convirtiéndose en casa madre de las abadías de mujeres de Castilla y León. Su abadesa María González de Agüero (1319-1333) disfrutó de autoridad material y jurídica propia de un señorío feudal, con privilegios como el de celebrar ceremoniales caballerescos con capacidad de armar caballeros a reyes e infantes.

El manuscrito del Códice fue descubierto en 1904 por Casiano Rojo y Luciano Serrano, monjes benedictinos de Santo Domingo de Silos que buscaban códices gregorianos, pero fue dado a conocer a través del estudio de Higinio Anglès en 1931. Joya en la historia de la música española para el conocimiento de la ars antiqua, acredita la práctica de la polifonía en España durante la Edad Media, y la hispanidad de manuscritos de origen incierto, como el Códice de Madrid. Es particularmente interesante para el estudio de la grafía musical y su evolución. Es, además, el único manuscrito medieval que se conserva en el lugar de origen, guardado por la misma orden que lo recopiló e interpretó durante más de siete siglos y constituye una verdadera antología de la música religiosa.

Seguramente lo mandó copiar su abadesa hacia el año 1325, y recoge el repertorio de las religiosas del monasterio desde su fundación, realizado por el copista Johannes Roderici o Johan Rodrigues, quizá capellán al servicio del claustro o acaso un portugués, João Rodrigues, al servicio de la princesa portuguesa Branca, educada en el monasterio de Lorvão, pero que pasó algunos años de formación en las Huelgas, entre los siglos XIII a XIV. Sea quien fuere, compuso algunas obras nuevas, enmendó otras -como atestiguan las raspaduras de algunos pergaminos-, y fue el copista principal del Códice, quien elaboró la notación mensural de tipo franconiana que ha facilitado el conocimiento de la notación de otros códices.

Consta de 170 folios con foliación moderna, desde el folio 1 hasta el 169, con repetición del 12. Encuadernado en madera y recubierto de piel blanca, cuenta con 19 fascículos, reunidos en un único volumen en la última restauración del manuscrito por el musicólogo Ismael Fernández de la Cuesta, que los reordenó en el sentido correcto, por lo que la colocación actual de las piezas difiere de la primera distribución de Higinio Anglés. Así, los cuatro primeros cuadernillos contienen los organa, los diez siguientes los motetes y prosas, y los últimos cuatro los conductus. Su contenido es siempre litúrgico y abarca casi todas las formas musicales del momento. Todas las piezas pertenecen al canto del gradual y no del antifonario, es decir, que debían interpretarse en la misa, y no en el oficio. Hay organa del tipo de Notre Dame, pero son más frecuentes los organa libres en los que cada voz hace un dibujo contrapuntístico, lo que excluye un origen exclusivo parisino y habla de una producción propia.

Contiene 186 piezas musicales compuestas desde el siglo XII hasta comienzos del siglo XIV. De ellas, 7 carecen de música, por lo que son 179 las obras que están musicadas. Las formas musicales representadas abarcan casi todas las correspondientes al ars antiqua: motete, conductus, organum y secuencia. Aproximadamente 145 de las piezas son polifónicas.

Higinio Anglés y Roberto Plá clasifican las 186 obras de la siguiente manera:

- 1 tropo para el gloria, sin música.

- 3 graduales sin música.

- 3 aleluyas sin música.

- 32 conductus.

- 31 secuencias o prosas.

- 54 partes de la misa: 5 kyries, 1 ofertorio, 8 sanctus, 9 agnus dei y 31 benedicamus.

- 59 motetes.

- 1 credo. Añadido al manuscrito y primer credo polifónico a 3 voces conocido.

- 1 solfeo a 2 voces. Añadido al manuscrito. Primera lección de solfeo conocida.

Por el número de voces, 86 piezas son a 2 voces, 49 a 3 voces, 1 a 4 voces. El resto son monódicas, grupo este al que pertenecen la mayor parte de las secuencias, los conductus y los benedicamus.

Una de las piezas más singulares de este códice y también de la polifonía medieval es un conductus a dos voces que contiene una invitación al solfeo, y parece destinado a su aprendizaje por parte de las novicias -este monasterio era exclusivamente femenino-. [AS]

V. Huelgas, monasterio de las

FA FA MI FA – UT RE MI UT (Solfeando)
Duplum:
Fa…fa mi fa mi re mi
Ut mi sol re mi ut fa fa…
Fa re…
Fa fa re ut re mi ut re mi…
Est fatuum spernere
Quia musicalia
Teste philosophia
Quem sancti tradidere.
Tenor:
Ut…
Re mi ut re mi…
Sol ut fa la…
Et huius modi cetera
Voce resonare
Vos virgines cartusenses
Monialis deaurate
Ad hec apte quia nate
Organizare curate
Duplum:
Fa…fa mi fa mi re mi
Do mi sol re mi do fa fa…
Fa re…
Fa fa re do re mi do re mi…
Es fatuo despreciar,
Lo atestigua la sabiduría,
La música cantada
Que los santos nos transmitieron.
Tenor:
Do…
Re mi do re mi…
Sol do fa la…
Y estas cadencias y otras
Levantad vuestras voces,
Vosotras vírgenes cartujas,
Monjas doradas,
Ya que habéis nacido para esto.


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