XacopediaConcordia de Antealtares.

Documento elaborado en 1077 que constituye la fuente más antigua en la que se relata el descubrimiento del sepulcro de Santiago y los inicios de la catedral románica compostelana en 1075. La versión actual de este documento la conocemos por una copia de 1435 conservada en la Universidad de Santiago.

En realidad, el motivo del documento es establecer un acuerdo entre los rectores de la catedral compostelana, encabezados por el obispo Diego Peláez, y del convento inmediato de San Pedro de Antealtares, representados por el abad Fagildo. Estas dos instituciones eran las grandes responsables, desde el descubrimiento del sepulcro, del cuidado de las reliquias de Santiago y de su culto. La Concordia recuerda, en este sentido, que los monjes del convento tenían la responsabilidad de orar permanentemente al Apóstol, por lo que recibían la mitad de las ofrendas destinadas a su altar.

Ante la construcción de la catedral románica compostelana los monjes aceptan dejar de percibir temporalmente tales ingresos -en la práctica nunca los volvieron a recuperar- y permiten que la nueva cabecera, destinada a engrandecer el sepulcro apostólico como meta de peregrinaciones, ocupe parte del edificio del convento, que tuvo que ser reconstruido en terrenos algo más distantes, más o menos coincidentes con el actual conjunto del convento de San Paio de Antealtares.

Intentando aclarar al detalle los privilegios que desde los orígenes de Compostela tenía Antealteres sobre el culto al Apóstol, la Concordia incluye un texto introductorio explicativo en el que se narra por vez primera el descubrimiento -inventio- del sepulcro de Santiago.

El resumen es el siguiente: tras recordar que el cuerpo de Santiago fue inhumado en Galicia, se cuenta que permaneció oculto hasta la época del obispo Teodomiro de Iria Flavia, cuando un ermitaño de nombre Paio observó unas luminarias que pronto llamaron la atención de las gentes próximas y del citado prelado, que tras unos días de ayuno preparándose para la revelación, confirma que se trata del sepulcro de Santiago el Mayor. Se da aviso de lo sucedido al rey Alfonso II el Casto, que acude a ver el sepulcro y manda levantar de inmediato tres lugares para el culto. Son las iglesias de Santiago y San Juan Bautista, esta posteriormente perdida, y el monasterio de Antealtares, para los monjes custodios, cuyos derechos al respecto establece el propio monarca.

El Codex Calixtinus (s. XII) apenas menciona estos hechos, por lo que la Concordia se convierte en la fuente esencial para conocer el origen remoto de Compostela y el descubrimiento de su sepulcro hacia los años 820-830. Hay en todo caso, una mención en el Cronicón Iriense, de finales del siglo XI, pero apenas aporta detalles del hecho, salvo confirmar que tuvo lugar durante el tiempo del obispo Teodomiro y el rey Alfonso II el Casto de Asturias. Para algún autor, dado que la Concordia se conserva en un documento posterior, la del Cronicón sería la fuente más antigua. [MR]

V. Fagildo / inventio


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