Localidad de 1.200 habitantes (952 m) en el Camino Primitivo, provincia de Lugo, Galicia. A 158 km de Santiago. Situada en el municipio del mismo nombre, el paso por esta población es facultativo, ya que existen dos rutas diferentes para cubrir el tramo que va de Paradanova, parroquia de San Martín de Suarna, a Montouto, parroquia de O Padrón (San Xoán), ambas en el municipio de A Fonsagrada. El que circula por la capital es el más corto pero también el más duro, en parte por la presencia de nieve en determinadas épocas del año.
La historia de A Fonsagrada parece remontarse a antes del siglo IV como estación de un itinerario romano entre Asturias y Lugo (Vía Ovetum-Lucus-Iria) que continuaba viejos caminos existentes en tiempos prehistóricos. Por lo que respecta a su desarrollo y crecimiento en la época medieval, está muy ligado al Camino Primitivo. Ya desde finales del siglo XII existe documentación sobre el paso de peregrinos por esta localidad, aunque los estudiosos jacobeos aseguran que el trazado original es el que discurre por A Proba de Burón, capital del municipio hasta finales del siglo XIX. A partir del XVIII esta localidad queda apartada del Camino Real galaico-asturiano y sufre una pérdida de entidad que influye positivamente en el desarrollo de A Fonsagrada, que asumirá la capitalidad municipal, lo que repercutió en el número de viajeros que en épocas sucesivas peregrinaron por este núcleo de población.
Otro elemento que vincula esta localidad con el Camino es la fons sacrata [fuente santa]. Este es un símbolo emblemático del que posiblemente provenga el topónimo Fonsagrada y alrededor del que se cree que ya antes del paso de peregrinaje se realizaban rituales purificadores de antigüedad incierta que congregaban a numerosas personas para lavarse y beber su agua. Dentro de las leyendas cristianas, se le atribuyó relación con el Apóstol, quien durante su supuesto paso en predicación por el territorio, convirtió el agua de la fuente en leche fresca para que una viuda que lo había atendido hospitalariamente tuviese alimento para sus hijos, que pasaban frío y hambre en medio de un duro invierno. Otra tradición reza que la Virgen se le apareció a una peregrina que venía muy cansada y enferma, y le mandó beber agua de la misma fuente, tras lo que la mujer se curó.
Es destacable por su relevancia para la asistencia al peregrino la notable presencia que tuvo la Orden de San Juan de Jerusalén en la Diócesis de Lugo y, en concreto, en la comarca de A Fonsagrada. No se acierta a establecer la fecha en la que se expandieron por estas tierras, pero se cree que se mantuvieron hasta mediados del siglo XIX. En concreto, en A Fonsagrada consta que estaban presentes en parroquias como O Padrón (San Xoán), A Bastida (San Miguel), Paradavella (San Xoán), A Allonca (Santa María) y Fonfría (Santa María Madanela).
Al margen de esta comunidad, se conoce la existencia de un albergue de peregrinos hasta mediados del siglo XVIII en la calle Ron donde se dice que hacían fuego y tocaban la campana en los días de niebla densa para que los peregrinos no se perdiesen. Actualmente, el municipio cuenta con un albergue situado a un kilómetro y medio de su capital, en la parroquia de O Padrón (San Xoán). Tiene veinticuatro plazas y se mantiene cerrado en invierno. Estos refugios y los servicios hosteleros son un medio imprescindible de atención al peregrino, ya que en esta zona debe cruzar unos lugares de tanta belleza paisajística como dureza para el caminante en gran parte del año, con nevadas frecuentes, fuertes vientos y complicado trazado. [XIV]