XacopediaRoncesvalles

En euskera, Orreaga. Localidad de 26 habitantes (923 m) en el Camino Francés, en Navarra. A 749 km de Santiago. Esta localidad fue, y sigue siendo, un enclave fundamental para los peregrinos de la ruta que encuentran aquí numerosas instituciones religiosas dedicadas a su atención tras el siempre difícil paso de los montes Pirineos entre Francia y España. Es considerada por muchos, debido a la fuerza histórica y simbólica del conjunto de la localidad en el desarrollo de la peregrinación, el segundo gran centro jacobeo de la Ruta después de Compostela.
La conjunción de geografía e historia ha dejado en Roncesvalles un importante poso. La arquitectura, con un origen funcional, de acogida a caminantes y peregrinos, cuajó en edificios que alcanzaron gran valor, especialmente en la iglesia colegiata del siglo XIII. Algunos, como el claustro del siglo XIV y el edificio conocido como Itzandegia, desaparecieron total o parcialmente y fueron reconstruidos. Otras construcciones como la capilla de San Agustín, la del Espíritu Santo y la de Santiago han resistido al paso del tiempo. La casa prioral y su prolongación, que alberga el museo y la biblioteca, la casa de Beneficiados y el hospital son más modernos.
Por Roncesvalles entra el llamado Camino Francés -que en Obanos, más adelante, se une con el que procede de Somport-, recorrido por Aymeric Picaud en el siglo XII, tal como refleja el Códice Calixtino: “Luego, pues, en el descenso del monte se encuentra el hospital [Ibañeta] y la iglesia en donde está el peñasco que el poderoso héroe Roldán partió con su espada de arriba a abajo de tres golpes. Después se halla Roncesvalles, lugar en que en otro tiempo se libró la gran batalla en la cual el rey Marsilio, Roldán y Oliveros y otros ciento cuarenta mil guerreros cristianos y sarracenos fueron muertos”. Pocos lugares del Camino despertaron tanto la imaginación épica del peregrino como Roncesvalles, donde la leyenda de Carlomagno está presente por todas partes debido al recuerdo de la batalla que allí se produjo. Según Moralejo, este lugar “ofrecía al peregrino el escenario de la batalla, con el peñasco en el que Roldán quiso tronzar su espada y la sepultura de sus compañeros, tenidos por mártires.”
En los inicios de la peregrinación a Santiago atravesar los Pirineos suponía exponerse a muchos peligros. Los textos medievales y la iconografía presentan a peregrinos que perecían por las ventiscas de nieve o atacados por lobos o bandidos -los “navarri imii et bascli” del Calixtino-. Para evitar esos peligros y para dar descanso y cobijo a los peregrinos que cruzaban los puertos pirenaicos, el obispo de Pamplona, Sancho de Larrosa, y el rey Alfonso el Batallador edificaron en 1127 el hospital de Roncesvalles.
La separación de Navarra y Aragón en 1134 hizo que la colegiata de Somport y el monasterio de Leire tomaran partido por el reino vecino, de modo que el nuevo rey García Ramírez decidió potenciar el hospital de Roncesvalles en perjuicio de sus vecinos, logrando que el obispo Sancho creara un cabildo de canónigos para dirigir el albergue y su iglesia y la dotación de diversas rentas. De este modo, en 1135, lo que se había iniciado como un pequeño hospital se convirtió en un centro religioso de relieve, cuya prosperidad y bonanza económica permitieron levantar un primer hospital -del que hoy no queda ningún vestigio, aunque se hace referencia a él en La Preciosa, un texto a modo de poema de principios del siglo XIII-, y construir la capilla del Sancti Spiritus (s. XII), el edificio más antiguo que se conserva actualmente en el lugar.
El templo se conoce también como silo de Carlomagno por suponer que su origen se debe al enterramiento de los combatientes francos caídos en la batalla del año 778, algo imposible ya que su construcción es muy posterior. Sin embargo, sí que se puede considerar un templo funerario al ser el recinto donde se oficiaban misas por los peregrinos fallecidos en el hospital y cuyos restos, tras ser enterrados en otro lugar, eran llevados a un osario que todavía se puede ver. Ahora es cementerio municipal y de la colegiata, y acoge también restos de peregrinos y de amantes del Camino que desearon ser enterrados en este lugar.
Junto a la capilla de Sancti Spiritus se encuentra la iglesia gótica de Santiago o de los Peregrinos, el edificio de Orrea-ga/Roncesvalles que rememora el culto a Santiago. Construida en el siglo XIII, consta de una sencilla nave rectangular con dos tramos que incluyen la cabecera recta y la bóveda de crucería simple. Unas columnas de fuste cilíndrico sirven de soporte para la cubierta. En su interior hay una figura del apóstol Santiago representado como peregrino. Fue utilizada como parroquia hasta el siglo XVIII y, tras un largo periodo sin culto, fue restaurada en el siglo pasado por Florencio Ansoleaga, quien incorporó la mítica y legendaria campana que orientaba a los peregrinos en la capilla de San Salvador, en el collado de Ibañeta.
Frente a las capillas de Santiago y del Espíritu Santo se localiza la Itzandegia, edificio de un gótico incipiente (s. XIII), que la leyenda identifica con el primer santuario de la Virgen de Roncesvalles o, al menos, con el lugar donde se depositó la imagen tras su aparición. Su función original se desconoce, ya que, aunque su estructura y cubierta recuerdan lo que pudo ser un hospital de peregrinos, la documentación posterior al siglo XVI se refiere a él como pajar, caballerizas y vivienda de criados. Estas diferentes funciones explican las distintas intervenciones que han ocasionado la desfiguración del edificio, que fue reconstruido en 1993 y en la actualidad depende de la Real Colegiata y sirve para refugio de peregrinos.
Mucho más moderno es el hospital construido en el siglo XVIII, unos años después de la hospedería, en un momento en que las guerras entre España y Francia y la división del cristianismo en Europa occidental mermaron notablemente el flujo de peregrinos. Sin embargo la bonanza económica de la colegiata permitió realizar estas nuevas edificaciones, junto con otras de carácter civil que servirían durante años a la causa jacobea.
Hoy en día la importancia jacobea de Roncesvalles queda de manifiesto no solo en su historia o en la distribución urbana de la población, sino también en las cifras de visitantes. En 1994 pasaron por la colegiata menos de 10.000 peregrinos. En 1999 fueron casi 30.000 y en el 2008 se sobrepasaron los 45.000, de los cuales casi 20.000 eran mujeres frente a 27.000 hombres. Más del 50% de los peregrinos manifestaron hacer el Camino por motivos religiosos o espirituales, mientras que un 25% destacaron el factor cultural como el preferente. Además, algo menos de un 25% alegaron otros motivos.
En cuanto a la procedencia, también muestra el conocimiento internacional que ha obtenido el Camino en los últimos años, al pasarse de menos de 3.000 peregrinos extranjeros en 1993 a más de 26.000 en el año 2008, procedentes de más de 70 países diferentes. Los españoles siempre son mayoría, seguidos muy de cerca por franceses, alemanes e italianos. También holandeses, brasileños y belgas figuran entre los peregrinos más habituales en Roncesvalles. Es el tercer punto del que parten más peregrinos que obtienen la compostela al llegar a Santiago, con una media de unos 10.000 por año, sólo superada por Sarria, en Galicia, y Saint-Jean-Pied-de-Port, en Francia.
Además del mencionado albergue, el Gobierno de Navarra estaba rehabilitando a finales de 2009 el antiguo hospital como nuevo albergue de peregrinos de la Real Colegiata, dentro del Plan Navarra 2012 -en el que también se incluye un proyecto de señalización del Camino de Santiago-, financiado por la Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico de Navarra.
El edificio, reconstruido por José Poudez a finales del siglo XVIII, después de los destrozos provocados por los franceses durante la Guerra de la Convención, ha sufrido numerosas modificaciones formales y funcionales -en la actualidad se usaba como albergue destinado a entidades juveniles y deportivas-, manteniendo la volumetría original y gran parte de los muros originales. Respetando los elementos conservados del proyecto original, la restauración del antiguo hospital responde a dos objetivos: albergar el máximo número de peregrinos posible y recuperar la idea original del paso a cubierto en la planta baja del edificio, para lo cual se proyecta en la zona central de las plantas primera y segunda, destinadas a dormitorio, un gran contenedor longitudinal que albergaría los módulos de las literas sin tocar los muros existentes. En los extremos de la planta se situarán los servicios y los núcleos de comunicación, en la zona sur los baños y una lavandería y, en la norte, el área propia del personal encargado del cuidado de los peregrinos.
Todos disfrutarán de estas mejoras, así como de los servicios que ofrece Roncesvalles: albergue de la juventud, hostelería, camping, varios hoteles y casas rurales, oficina de turismo y un centro de atención al peregrino donde los romeros podrán obtener toda la información que precisen para comenzar o continuar su ruta hacia Santiago. [TRI]
V. Cantar de Roldán / Historia Turpini / Preciosa, La / Roncesvalles, batalla de / Roncesvalles, hospital de / Roncesvalles, real colegiata de Santa María de


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