A pesar de ser el país más grande de Europa, es el que menos presencia ha tenido a lo largo de la historia en la peregrinación jacobea, al contrario de lo que sucede en territorios del este próximos, como Polonia, Hungría y la República Checa.
Los motivos los ha analizado el estudioso alemán Robert Plötz, quien ve en el gran cisma entre las iglesias de Oriente y Occidente de 1054 el motivo principal de esta casi total ausencia rusa. Sucedió esta ruptura en el momento en el que la peregrinación compostelana adquiría su dimensión continental y se convertía en una de las tres grandes, con Roma y Jerusalén. La expansión del imperio tártaro por la Europea oriental en el siglo XIII sería el segundo elemento decisivo, según el mismo autor.
En la actualidad hay rusos en el Camino de Santiago en un número que no pasa de ser anecdótico para un país de 145 millones de habitantes. Son cifras en incremento, pero la realidad es que en el año 2008 los peregrinos procedentes de ese país que obtuvieron la compostela en Santiago fueron 72; en 2009 se llegó a los 95. Posiblemente la cifra total sea algo más alta, ya que es sabido que en casi todas las nacionalidades el número de peregrinos que llegan a través de la Ruta Jacobea es algo mayor que el indicado por la Oficina del Peregrino, porque no todos los caminantes deciden recoger el citado documento acreditativo eclesiástico. Rusia ocupa el puesto 38 entre los países con peregrinos en la Ruta, superada por cinco países de la llamada Europa del Este, todos mucho más pequeños, en una relación que encabezan Polonia y la República Checa. [MR]