En euskera, Dona-paleu. Población francesa de 1.700 habitantes (67 m) en la confluencia de las vías de Tours y Vézelay, en el departamento de Pyrénées-Atlantiques -antigua Baja Navarra. A 805 km de Santiago de Compostela. Está a 32 km de Saint-Jean-Pied-de-Port y a 52 de la actual frontera española por la ruta jacobea. Saint-Palais tiene el honor de ser la zona donde se unen tres de las cuatro grandes rutas de peregrinación que cruzan Francia. Se trata de las procedentes del norte y centro del país: las conocidas como Turonense, Lemovicense y Podiense.
Los investigadores franceses consideran que Saint-Palais fue -y es en el presente- el punto de encuentro de las dos primeras -las de Tours y Vézelay-, en tanto que la podiense -Le Puy- se une en el lugar de Gibraltar, apenas 3 km más adelante. Desde aquí todos los peregrinos continuaban y continúan por la misma ruta hasta Santiago: el itinerario navarro del Camino Francés. Un monumento culminado por una estela de piedra grabada con una cruz discoidal, conocido como la cruz o estela de Gibraltar, conmemora, desde 1964, el alto valor simbólico y emotivo de este lugar. Lo impulsaron varios historiadores y animadores galos del Camino.
La Guía del peregrino del Codex Calixtinus (s. XII) cita como punto de unión de estas tres vías los aledaños de Ostabat, 6 km después de la cruz de Gibraltar, lugar que, al igual que Saint-Palais, no menciona. Esto podría deberse a las puntuales variaciones del trazado histórico a través del tiempo o más probablemente a que en el siglo XII Saint-Palais aún no tenía entidad -surge en la centuria siguiente-, en tanto que Ostabat era ya una localidad de cierta importancia. Ante esto, el supuesto autor de la guía, el francés Aymeric Picaud, preferiría ofrecer una referencia bien conocida.
La localidad, ya a las puertas de los montes Pirineos, pudo nacer en el siglo XIII justamente por la significación del lugar como punto de encuentro de las rutas jacobeas citadas. De hecho, el Camino fue esencial en el desarrollo medieval de Saint-Palais, que alcanzó relevancia en los siglos siguientes formando parte del reino navarro.
Saint-Palais y su zona de influencia contaron con varios hospitales para peregrinos. Destaca el histórico conjunto de Harambeltz, del que se conserva su capilla. Su advocación es San Nicolás y en su interior se puede contemplar una escultura del apóstol Santiago. También en las inmediaciones funcionó el hospital de la Madeleine de Lagarrague, existente ya en el siglo XII, antes que la propia Saint-Palais.
Como muestra de su tradicional valor, la localidad dispone de un pequeño museo dedicado a los Caminos de Santiago y a la historia de la Baja Navarra, impulsado en su día por el doctor Clément Urrutibéhéty, estudioso de las peregrinaciones. Cuenta además con un moderno albergue de peregrinos, abierto en 1993 y renovado en 2007. Está situado en el convento franciscano y gestionado por la asociación de amigos local del Camino de Santiago. [MR]