gallo de Barcelos, leyenda del

De origen desconocido, esta popular leyenda está asociada a un antiguo padrón de piedra de Barcelos (Portugal) que tiene grabado, en bajo relieve, a la Virgen, a San Pablo, al sol, a la luna y a un dragón, de un lado, y del otro a un Cristo crucificado, a un gallo y a Santiago sosteniendo un ahorcado. El origen de la leyenda está en un crimen perpetrado en Barceliños que quedó impune, a pesar de las diligencias efectuadas por las autoridades de entonces. El suceso fue olvidado hasta al día en que un peregrino gallego que se dirigía a Santiago paró para pasar la noche en el albergue local. Mientras cenaba, notó que alguien lo observaba fijamente pero no hizo caso y continuó. Quien lo miraba se dirigió a la casa del juez y acusó al peregrino de la autoría del crimen. Como no conseguía presentar pruebas de su inocencia, el peregrino gallego fue llevado a las mazmorras, juzgado y condenado a la horca. El día del ahorcamiento el hombre pidió, como última voluntad, que lo llevaran a la presencia del juez que tan injustamente lo había juzgado.

Ante el juez, que estaba preparándose para trinchar un magnífico gallo asado, el condenado se arrodilló y, seguidamente, afirmó su inocencia suplicando no ser ahorcado, pues era la primera vez que estaba en Barceliños y nunca había visto a la víctima del crimen, pero el juez no se conmovió. Entonces, el peregrino rogó ayuda a Santiago y ante todos afirmó que era tan cierto que era inocente como que el gallo asado cantaría antes de que el día acabase.

Por la noche observaron con espanto que el gallo se cubría de plumas nuevas, se levantaba y batía las alas para cantar con energía. Corrieron todos para el lugar de la horca y quedaron espantados al ver el peregrino vivo, con una cuerda floja rodeándole el cuello a pesar de estar colgado. Amedrentados por el hecho extraordinario, liberaron al peregrino gallego dejándolo seguir su camino. Se dice que en agradecimiento por la ayuda de Santiago, el peregrino mandó colocar el padrón que aún hoy se encuentra en Barcelos. Resulta evidente la estrecha relación de esta narración con las existentes en diferentes lugares del Camino de Santiago. [AR]

V. Barcelos