Xacopediahospedero -a

Los hospederos (posaderos, mesoneros u hosteleros), son, con los albergueros y los hospitaleros, parte esencial del día a día del peregrino, tanto en el pasado como en el presente. Aparecen como personajes recurrentes a la hora de afrontar dos necesidades básicas: la alimentación y la pernocta. Si el término ‘alberguero’ presenta connotaciones más recientes, relacionadas, sobre todo, con el renacer de la peregrinación jacobea en las dos últimas décadas del siglo XX y los nuevos usos en la atención básica al peregrino, el hostelero jacobeo, como el hospitalero, funde sus orígenes cuando menos en el siglo XII.

Las primeras citas aparecen en el Codex Calixtinus [libro 1, capítulo 17], donde se constata la relevancia concedida a las hospederías y mesones del Camino a través de las largas referencias que dedica a sus responsables que, en contra de lo que acostumbraba a acontecer en los hospitales, cobraban lícitamente por sus servicios. Pero debían de ser frecuentes los abusos y engaños, e incluso los robos, ya que las alusiones son casi todas negativas y de fuerte tono, dirigidas en especial a los hospederos compostelanos: “Les prometen todos los bienes [a los peregrinos] y les hacen todo tipo de males”. Y llega a señalar: “El hospedero malvado les da muerte con bebidas venenosas para poder apoderarse de sus despojos”. No es menos tajante a la hora de anunciarles su futuro en la vida eterna: “Pagarán en el infierno las penas de sus villanías.”

Añade el Calixtinus que estos hosteleros enviaban emisarios lejos de Santiago, a lugares como Triacastela, Portomarín y Barbadelo, en el Camino Francés, a más de cien kilómetros de distancia en algunos casos. De nuevo utilizaban todo tipo de engaños, falsas promesas y artimañas para que, una vez en Santiago, los peregrinos captados recalasen en determinados hospedajes, donde el trato acababa siendo muy distinto al prometido.

La Historia Compostelana, escrita en Santiago en la primera mitad del siglo XII, asegura que para poner límite a estas prácticas de captación engañosa de los representantes de los hosteleros y comerciantes compostelanos, se estaba circunscribiendo su campo de acción a las cercanías de Santiago. Algunos autores reafirman esta mala fama señalando que pórticos de las iglesias del Camino de Santiago repiten la imagen del posadero, tabernero o cambista sepultado en el infierno con su bolsa de dinero ganado con malas artes. Era un aviso sobre el destino que esperaba a los estafadores de peregrinos.

En siglos posteriores, cuando la peregrinación pierde el antiguo prestigio y valor espiritual, serán los relatos de los caminantes llegados desde más allá de los Pirineos los que ofrezcan nuevas opiniones sobre los hospederos del Camino, con variado tono y casi siempre inmersos en la picaresca de unos y otros. En todo caso, hay que dejar constancia de la existencia de algún que otro texto donde se alaba el buen hacer de los hospederos. [MR]

V. alberguero -a / hospitalero -a


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