XacopediaBermudo II

También conocido como Vermudo II el Gotoso. (El Bierzo, ca. 956-El Bierzo, 999). Rey de Galicia (982-999) y de León (985-999). Hijo ilegítimo de Ordoño III. Realizó diversas donaciones a la Iglesia compostelana. Los nobles galaico-portugueses, descontentos tras las derrotas de Ramiro III de León frente a los musulmanes, lo proclamaron rey en Santiago de Compostela, frente al rechazo de otra parte de la nobleza, que le ocasiona continuos conflictos. Reforzó su poder después de vencer en la batalla de Portela de Arenas (983) y, auxiliado por las tropas de Almanzor, cuando murió Ramiro III dominó León. Las rebeliones internas del reino le empujaron a ponerse bajo la tutela del califato cordobés, cuya dirección militar estaba en manos de Almanzor. A cambio de esta sumisión, consiguió recuperar la ciudad de Zamora e inició, después de sofocar la oposición de la nobleza, un período de enfrentamientos con los musulmanes que provocó numerosas despoblaciones y una importante crisis económica.

Como consecuencia, Almanzor destruyó Coimbra. Después avanzó sobre León, la sitió y la arrasó. Bermudo II se refugió entonces en Zamora, ciudad de la que tuvo que huir a Lugo tras el asedio, lo que causó la destrucción de ambas ciudades. Las tropas musulmanas conquistaron Gormaz y Coruña del Conde -aún conocida como Clunia- (994), Astorga (996) y saquearon Castro Bergidum -El Bierzo- y Santiago de Compostela (997). Tras el desastre, Bermudo se dedicó a paliar los daños causados por los musulmanes. Antes de morir apoyó al obispo Pedro de Mezonzo en los trabajos para reconstruir la ciudad y, sobre todo, el templo apostólico. Invocó la ayuda del Apóstol para el juicio final.

En el ámbito personal, estuvo casado en primeras nupcias con Velasquita, hija de Ramiro II, con la que tuvo una hija, Cristina. Cuando murió su mujer, contrajo matrimonio nuevamente con Elvira, hija del conde castellano García Fernández, con la que tuvo tres hijos: Alfonso V, Teresa y Sancha. También tuvo dos hijos ilegítimos: Elvira y Pelayo. Murió en el año 999 en el monasterio de Villabuena -El Bierzo- a causa de la gota -de ahí procede su apodo- sucediéndole su hijo Alfonso V.

Su notario Sampiro lo describe con términos elogiosos: “fue bastante prudente, confirmó las leyes dictadas por Wamba, mandó abrir y estudiar la colección canónica, amó la misericordia y el juicio y procuró reprobar el mal y escoger el bien”. Cuando el obispo Pelayo, que le guardaba bastante rencor, reanudó la recopilación cronística, sustituyó esas palabras de Sampiro por descripciones más crueles, como el mote de Gotoso con el que es conocido. [IM]


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