Exiquio

También conocido como Hiscio, Esicio, Hesiquio, etc. Según ciertas tradiciones compostelanas, fue uno de los discípulos del apóstol Santiago -Exiquio, Tesifón, Torcuato, Segundo, Indalecio, Eufrasio, Cecilio, Teodoro y Atanasio- que recogieron su cuerpo después de ser degollado y lo trasladaron a Hispania, tal y como les había encomendado. De los nueve, Teodoro y Atanasio fueron enterrados junto a Santiago, y los demás son conocidos como los siete varones apostólicos que, según cuenta la leyenda, fueron enviados por San Pablo y San Pedro para evangelizar Hispania. Después de un duro trayecto desde Jerusalén decidieron descansar en las proximidades de Acci (la actual Guadix en Granada), donde estaban festejando a Júpiter, Mercurio y Juno. Cuando en el pueblo se percataron de que no se unían a la celebración, se rebelaron en su contra y los persiguieron, pero milagrosamente consiguieron salvarse y sus captores murieron. Después de esto los ciudadanos de esta localidad los escucharon y finalmente se transformaron al cristianismo.

A partir de entonces los discípulos se separaron para cumplir la labor que se les había encargado: difundir la doctrina cristiana en la mayor parte de Hispania. De esta forma, San Exiquio marchó a Carcere -identificada por muchos historiadores como Cazorla-, la cristianizó y se convirtió en patrón y obispo de esta localidad jienense donde -según dice la leyenda- fue lapidado por un grupo de paganos que truncaron de forma brusca su misión evangelizadora. De lo que sucedió a continuación no se tiene certeza, pues la tradición nos muestra un par de teorías contrapuestas. Mientras la primera asegura que pereció en Cazorla por los golpes que le propinaron, la segunda expone que no falleció en esta localidad, sino que fue convocado a concilio en Elvira (Granada), donde fue quemado junto a tres de sus discípulos. [VCM]