Godric, San

Conocido como San Godric de Finchale (?-1170). Comerciante por mar de origen inglés que se convirtió en peregrino. Es uno de los primeros y más singulares romeros ingleses, ya que en su persona se conjugan los caracteres de peregrino, mercader, músico, santo y, según alguna fuente, pirata. Realizó dos peregrinaciones a Tierra Santa, partiendo posiblemente del puerto de Londres. Al regreso de la primera, visitó Santiago recorriendo la Vía Tolosana, a través del reconquistado valle del Ebro. Por lo que respecta a la fecha de su romería compostelana, se sitúa a comienzos del siglo XII; en concreto, hay autores que la datan, aproximadamente, en 1120.

Reginaldo, monje de Durham, escribió una obra sobre la vida y milagros de Godric, a través de la que se ha transmitido la noticia de su peregrinación. Según el relato, este santo inglés comenzó su carrera como pirata, actividad a la que renunció después de su conversión en Jerusalén. Godric viajó por primera vez acompañado de su madre. Su intención era llevarla a hombros para evitarle las penalidades del recorrido, pero ella se negó y se quitó el calzado, dispuesta a realizar el viaje descalza. Una vez en marcha, se les apareció en repetidas ocasiones la Virgen, quien, sin revelar su nombre, surgía bajo la forma de una mujer de extraordinaria belleza que cumplía el ritual propio de las mujeres en los hospitales de peregrinos: les lavaba los pies, siguiendo el ejemplo de María Magdalena en el Antiguo Testamento. Quizá por ello compuso himnos a Santa María.

Vivir en silencio //// Tras sus peregrinaciones, Godric se dedicará a la vida eremítica en Finchale, en las proximidades de Durham (Reino Unido). Esta etapa de su vida se caracterizó por la austeridad y su personalidad reservada -no solía relacionarse con extraños a no ser que hubieran sido recomendados por el prior de Durham-. En los primeros años de su retiro, mantuvo estricto silencio, incluso hasta el extremo de usar un código de signos para comunicarse. Luego abandonó esta práctica. Godric era venerado por aquellos que lo visitaban, a quienes recibía en su pequeña iglesia dedicada a San Juan Bautista.

Según se recoge, este santo habría ayudado a otros romeros y fieles de Santiago. Se menciona, por ejemplo, a un peregrino de Chester-le-Street que no regresó a su casa, por lo que el padre, creyendo que había muerto, le pidió a San Godric que rezara por su alma. Pero el santo le aseguró que su hijo cruzaba el río Humber, al este de Inglaterra, en ese momento y que llegaría a casa en ocho días. El hijo regresó en efecto a los siete días, lo que demuestra que debió recorrer un promedio de unas doce millas diarias andando por un buen camino. En otra narración, una niña de Durham, llamada Eda, que hacía siete años que padecía fiebres y había ido dos veces a Santiago para curarse, sólo sanó de verdad cuando visitó la tumba de San Godric. Por último, una señora del norte de Inglaterra se puso en camino hacia Santiago, enfermando gravemente al llegar a la costa inglesa, y solo se recuperó tras doblar un penique y jurar que visitaría la tumba de San Godric. [XIV]