Inocencio III
Papa (Anagni 1160-Perugia, Italia 1216). Papado: 1198-1216.
Lotario di Segni, futuro papa Inocencio III, de familia noble, tras estudiar Teología y Derecho Canónico en Roma, París y Bolonia, fue nombrado cardenal diácono por el pontífice Clemente III y cardenal por el papa Celestino III, a quien sucedió en enero de 1198, tras su fallecimiento, y fue elegido por unanimidad por el Colegio Cardenalicio.
En este periodo, en Alemania, se enfrentaban dos facciones. Una, la de los güelfos, representada por la nobleza y los religiosos, partidaria de un poder político imperial con pocas atribuciones, con predominio de los señores feudales y la Iglesia, que debía actuar en el plano espiritual y político. La otra corriente, la de los gibelinos, pugnaba por poderes amplios del emperador, con un papa alejado de los asuntos terrenales. Así, en concordancia con la primera facción, Inocencio III se caracterizó por impulsar el poder de la Iglesia en todos los órdenes de la vida, incluido el político, disputándole potestades al emperador. Se proclamó como vicario de Cristo, por lo cual todos los asuntos que en ella acontecieran eran de su incumbencia.
Intentó intervenir en la designación del sucesor del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Enrique VI, en 1197. Inocencio III, contra la candidatura del hermano menor del emperador, Felipe de Suabia, apoyó el nombramiento de Otón de Brunswick, quien logró vencer a su adversario, que fue asesinado en 1208. Otón IV consiguió convertirse en emperador de Alemania en el año 1209 y, a cambio del apoyo brindado, el papa exigió al nuevo monarca, que Sicilia quedara bajo gobierno del Papado. La amistad entre Otón IV y el papa no duró mucho, a causa de las campañas realizadas por el emperador en Italia, y fue excomulgado.
Fue Inocencio III quien convocó la cuarta cruzada en el año 1202 para reconquistar Jerusalén, atacando de forma directa a Egipto, con el aporte económico de Venecia, para lo cual conquistaron Zara (Hungría) y luego saquearon Constantinopla, desviando el propósito inicial del papa. Ante la oposición de Inocencio III se excomulgó a muchos cruzados, ya que la idea de esta empresa era atacar a los musulmanes y no a los cristianos del Imperio bizantino, con fines comerciales.
El papa impulsó la cruzada albigense en el año 1209, apoyado por los reyes franceses de la dinastía de los Capetos, contra los cátaros, un movimiento religioso cristiano basado en el Evangelio de San Juan, creyente en un Cristo espiritual, ya que lo material era pecaminoso, y que además condenaba las jerarquías, las guerras y las matanzas de animales.
Convocó en el año 1215 al cuarto Concilio de Letrán, donde se condenó a los opositores de la Iglesia, como los ya mencionados cátaros, y a los valdenses, que profesaban la oposición a la riqueza, predicando una vida humilde y pobre. Se refirió a los impedimentos para contraer matrimonio y se impuso la obligación de la confesión, que debía hacerse anualmente, y en Pascua, la comunión. Para luchar contra la herejía apoyó la formación de las órdenes religiosas de dominicos y franciscanos.
Para sostener la universalidad de la jurisdicción de la Iglesia de Roma, Inocencio III afirmará que mientras que a Santiago el Señor le había encomendado la Iglesia de Jerusalén, a Pedro en cambio “non solum universam Ecclesiam sed totum reliquit saeculum”. La idea de la unicidad de la Iglesia y su identificación con Roma, en contraposición con Santiago, es entendida por Inocencio III en el aspecto disciplinar, que consiste en la sumisión y obediencia a la Sede de Roma. Expresa esto en una carta con fecha del 12 de noviembre de 1199; en ella identifica la Iglesia como “unam, sanctam, catholicam et apostolicam”, símbolo de la Iglesia romana de la que se han separado los griegos.
En el año 1215 Inocencio III, durante el cuarto Concilio Ecuménico de Letrán, aprueba canónicamente la Orden de los Caballeros de Santiago, que había sido reconocida por el papa Alejandro III en julio de 1175 por la Bula Benedictus Deus in donis suis. [IM]