En occitano Lorda. Población de 15.300 habitantes (380 m) en el Camino Aragonés y en el Camino del Piamonte, en Francia. A 916 km de Santiago por el Camino del Piamonte y a 971 por el Aragonés. Con anterioridad a las apariciones marianas, el principal referente de la Vía del Piamonte en el histórico condado de La Bigorre era la poderosa abadía cluniaciense de Saint-Pé-de-Générès, nombre gascón de Pedro, muy dañada por los calvinistas en 1569.
Por lo que se refiere a Lourdes, también tiene historia antes de 1858, año en que Bernardette encuentra a la Virgen en la gruta de Massabielle. En el lugar se han sucedido el poblado galo de Lapurdum, la mansión romana de Oppidum novum, citada por el Itinerario de Antonino en el siglo III, y la villa feudal dominada por el castillo de los condes de Bigorre, que contaba con un albergue de los hospitalarios. Dicha fortaleza ha quedado asociada a una leyenda del ciclo carolingio que relata el asedio que el emperador y el obispo Turpin hicieron a los moros en 778.
Aunque las peculiaridades del culto mariano, aquí establecido a partir del siglo XIX, no parecen encajar en el Camino de Santiago, cada vez son más los peregrinos, sobre todo entre los católicos practicantes, que eligen Lourdes como punto de partida, reforzando de este modo el sentido devocional de su itinerario. La ciudad no es ajena a la sensibilidad jacobea, pues dispone en su parroquial del Sacré-Coeur una capilla dedicada a Santiago.
El santuario neobizantino de 1889, con acceso por una teatral escalinata, cuenta con la basílica del Rosario, una cripta intermedia de 1866 y en el plano superior con la catedral de la Inmaculada (1871), de perfil neogótico; en la plaza que las precede fue creada en 1958 la basílica de San Pío X, obra de Pierre Vago. La arquitectura es realzada por el marco natural, presidido por montañas cubiertas de bosques caducifolios, pero el sancta sanctorum de Lourdes no se encuentra en los templos, sino en la gruta de las apariciones, ubicada al borde del río. Numerosas capillas, el santuario de Santa Bernardette, conventos, residencias, centros de acogida y hospitales han ido surgiendo en este moderno y bien gestionado centro mariano al que acuden numerosas peregrinaciones organizadas. Todos los días, entre abril y octubre, se realizan procesiones vespertinas de antorchas hasta la cueva. Las cifras de peregrinos a Lourdes multiplican en la actualidad los registros de la catedral de Santiago, pero muy pocos llegan aquí a pie. [AP]