XacopediaTierra Santa, peregrinación a

Se conocen como Tierra Santa los espacios geográficos en los que se desarrollan los acontecimientos narrados en la Biblia. Están situados principalmente en Asia Menor. Sobresalen los relacionados con la vida de Jesús, localizados en los actuales territorios de Israel y Palestina.

Al contrario de las peregrinaciones a Roma y Santiago, nacidas en suelo europeo y que tienen como meta los sepulcros de destacados apóstoles de Cristo, la de Palestina se desarrolla en tierras asiáticas y su destino central son los lugares donde transcurrió la existencia de Jesús. Además, esta peregrinación debió acostumbrarse a convivir y compartir espacio con las religiones judía e islámica, al contrario de las otras dos, situadas en un contorno exclusivamente cristiano.

Coincide la peregrinación palestina con la romana en antigüedad -primeros siglos del cristianismo-, en tanto que la compostelana no se constata hasta el siglo IX. Los llamados Padres de la Iglesia -siglos III e IV- ya se refieren a Palestina como Terra Sancta, expresión generalizada en el medievo que llega hasta hoy.

La primera gran peregrinación a Tierra Santa fue la realizada por Santa Elena (255-335). En 638 la región sufrió un duro golpe con la conquista de los musulmanes. Peso a ello, la pasión que despertaba esta peregrinación entre el hombre medieval evitó que llegase a desaparecer. Además, se dio una cierta permisividad de las nuevas autoridades. Posteriormente, el éxito desigual de las Cruzadas (ss. XI-XIII) facilitó un acceso más fácil a los peregrinos cristianos, aunque el dominio musulmán que acabó imponiéndose y obligó de nuevo a buscar acuerdos y permisos de peregrinación, con resultados desiguales.

A principios del siglo XII se creó la orden de los templarios para la protección de los peregrinos a Tierra Santa. A pesar de ello, las trabas y peligros eran casi constantes, por lo que la Iglesia desarrolló -a través principalmente de la orden franciscana- un programa de interpretación del simbolismo de Tierra Santa en suelo europeo que mimetizaba los espacios relacionados con la vida y pasión de Cristo, desde el popular Belén, hasta los calvarios, vía crucis y sacromontes. Las hojas de palma, con las que habían recibido triunfalmente a Jesús en Jerusalén, se convirtieron en signo identificador de los peregrinos a Tierra Santa, que las incluían entre sus recuerdos, por lo que pasaron a ser conocidos popularmente como palmeros.

Como en Roma y Santiago, los peregrinos a los Santos Lugares obtenían desde los siglos centrales de la Edad Media numerosas indulgencias.

Esta tradición se mantiene en la actualidad, aunque Tierra Santa no cuente con un año jubilar normalizado como los de Roma y Santiago. Con motivo del Jubileo romano de 2000, el papa Juan Pablo II quiso darle un especial protagonismo. Paro ello, concedió indulgencias plenarias con un valor simbólico superior al de otros santuarios del mundo también seleccionados para ganar el jubileo fuera de Roma. Se lograban estas indulgencias visitando la mítica basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, la de la Natividad en Belén y la de la Anunciación en Nazaret.

Una vez en estos lugares era necesario escoger alguna de las siguientes opciones para lucrar las indulgencias: asistencia a la misa u otro acto litúrgico, realización de un vía crucis, el rezo del Rosario, la adoración eucarística o una meditación espiritual, concluyendo con un padrenuestro.

Entre los lugares de Tierra Santa relacionados con la vida de Cristo figuran los siguientes: Nazaret -con la basílica de la Anunciación-, donde creció; Caná, lugar de su primero milagro; el lago Tiberíades, punto de reclutamiento de los primeros discípulos, entre ellos Santiago; el monte Tabor, con la basílica de la Transfiguración, donde se transformó momentáneamente en hijo de Dios, el río Jordán, que rememora su bautismo por San Juan Bautista; Belén, con la basílica bizantina de la Natividad, dedicada a su nacimiento, y sobre todo, la ciudad de Jerusalén y sus aledaños, con el monte de los Olivos y los diversos lugares y templos relacionados con la actividad evangélica y la pasión de Cristo.

La peregrinación a Tierra Santa sigue contando con una especial vitalidad, en la que confluyen muchas veces la devoción y el turismo, a pesar de las dificultades políticas que persisten en ese atormentado lugar del mundo.

Son escasos los viajes compostelanos a Tierra Santa, vista casi siempre como un destino muy lejano y difícil. Desde Santiago, la preocupación fundamental era resaltar la peregrinación jacobea, igualmente efectiva y más accesible. Se observa en esta actitud una cierta falta de profundización -desde un espíritu reflexivamente crítico- en el significado amplio que Tierra Santa tiene para el cristiano. La tierra de la evangelización y Pasión de Jesús era también la de sus apóstoles.

En muchos de los momentos más significativos de la vida pública de Cristo, este había tenido como acompañante privilegiado al propio Santiago el Mayor, junto con su hermano Juan y Pedro. El único punto de encuentro perceptible entre las peregrinaciones de Tierra Santa y Santiago lo encontramos en varios grupos de cruzados que, en camino hacia aquellos lugares, recalaban en alguno puerto gallego, ya sea por causa mayor o por deseos expresos de implorar el apoyo de Santiago, para peregrinar a Compostela.

Sin embargo, desde finales del siglo XIX sí existe en el mundo jacobeo, al amparo de la aparición de los estudios sobre este fenómeno, un interés mayor. En este sentido, el primer paso lo dieron dos profesores de la Universidad de Santiago, cuando en 1875, con motivo del jubileo universal romano, viajan a Roma y Tierra Santa con el afán de vivir el espíritu de las viejas peregrinaciones a estos lugares. El resultado fue una voluminosa obra en tres tomos, Santiago, Jerusalén, Roma. Diario de una peregrinación, publicada a principios de los años ochenta del siglo XIX.

El aumento del interés se refleja en el Museo de Tierra Santa, en el convento compostelano de San Francisco. Abierto en 1993, es una muestra de las vinculaciones entre las tres grandes peregrinaciones cristianas (Tierra Santa, Roma y Santiago). Ofrece numerosos ejemplos de materiales arqueológicos de origen palestino, maquetas de los monumentos religiosos más característicos de Jerusalén e información sobre las peregrinaciones. La situación del museo en este convento está relacionada con la fuerte implantación histórica franciscana en la comarca de Santiago, de la que partieron muchos monjes de esta orden hacia Tierra Santa. [MR]

V. Jerusalén, peregrinación a


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