XacopediaJaca

Ciudad de 12.400 habitantes (820 m) en el tramo aragonés del Camino Francés a su paso por la provincia de Huesca. A 818 km de Santiago. Es la primera localidad a la que llegaba y llega el peregrino tras superar el difícil puerto pirenaico de Somport (1.632 m), límite entre Francia y España, 31 km antes. Como en los siglos XI y XII, cuando fue centro crucial del Camino Aragonés, Jaca mantiene vivo en el presente su esplendor como etapa especialmente relevante de la peregrinación jacobea, como lo demuestran los numerosos servicios que ofrece en tal sentido.

Para algunos debe su nombre a los jacetanos, que poblaban este territorio limítrofe a la llegada de los romanos. En el libro V del Codex Calixtinus (s. XII) se cita como “Iacca” y “Iacqua”. Figura como meta de la etapa pirenaica que este texto hace partir de Borce, Francia, a través del puerto de Somport, y como punto de partida de la que llevaba hasta Monreal, ya en tierras navarras.

La pronta relevancia lograda por Jaca en el siglo XI está relacionada con la Ruta Jacobea, de la que se convirtió en uno de sus grandes puntos históricos de referencia. Resultó también relevante para su transformación en ciudad, desde un pequeño núcleo de población, el hecho de que el rey Ramiro I la convirtiese en sede de la corte del recién nacido Reino de Aragón poco antes de su muerte, en 1063, otorgándole su hijo Sancho Ramírez, en 1077, unos foros con libertades muy significativas, que la confirmaban como población de especial relevancia, lo que animó a que se asentasen en ella muchos peregrinos y emigrantes (francos).

Estos foros sirvieron de modelo para otras urbes próximas del Camino, como Sangüesa y Puente la Reina. Desde principios del siglo XII Jaca perdió peso político y religioso, pero logró mantener su relevancia como centro comercial y de control de comunicaciones. También siguieron pasando los peregrinos, aunque la consolidación de el itinerario jacobeo por Roncesvalles -Camino Navarro- hizo que perdiese parte de la relevancia que en este sentido había logrado en el siglo XI.

Buena muestra del esplendor de Jaca en el siglo XI son su elevación a sede episcopal en 1077 y, sobre todo, su catedral, iniciada en 1076-1077, muy frecuentada por los peregrinos y que tendría influencia en otras grandes obras románicas religiosas del Camino Francés y del resto de España. El crismón y el característico taco jaqués del románico se difundieron desde aquí, en opinión de distintos especialistas. Conserva desde finales del siglo XI, en su altar mayor, las reliquias de San Indalecio, varón apostólico y uno de los posibles discípulos hispanos de Santiago, según determinadas tradiciones.

Gran interés jacobeo tiene el templo de Santiago, en el barrio del mismo nombre, que sufrió muchas reformas a través del tiempo desde su origen románico (s. XI) y que contó con hospedería de peregrinos. Su forma actual procede de los siglos XVII a XIX. Se conoce también como iglesia de Santo Domingo, porque dependió de esta orden durante muchos años.

Actualmente es lugar de encuentro de los peregrinos que desean asistencia espiritual. En las inmediaciones del templo de Santiago estaba la desaparecida puerta de Baños, por la que par-tían los caminantes de Santiago.

Dada su relevancia en la ruta, Jaca contó a través del tiempo con varios centros de atención a los devotos jacobeos, de manera exclusiva o compartida con pobres y enfermos. El primero que encontraba el caminante era el hospital de la Salud, próximo ya a las puertas de la ciudad y que acogía, sobre todo, a peregrinos leprosos. En los actuales jardines de la Salud de Jaca -nombre que evoca este desaparecido hospital- se conserva un capitel original de este centro, único vestigio que llegó hasta nosotros. Otros hospitales destacados fueron los de San Pedro, Santa Orosia, Sancti Spiritus, La Magdalena y San Juan de Jerusalén.

Entre los millares de peregrinos que pasaron por la ciudad en dirección a Santiago, dos de ellos dejaron especial memoria: San Francisco de Asís, cuya posible peregrinación tendría lugar hacia el año 1214 y a quien la tradición popular atribuye, sin mucho fundamento, la fundación del hoy desaparecido convento franciscano, y el rey francés Luis VII, que hizo escala en la ciudad en 1154 o 1155.

Hoy, como en el pasado, Jaca sigue siendo un gran motor del dinamismo jacobeo. Fue sede en las últimas décadas del siglo XX -coincidentes con el renacer de la cultura jacobea- de relevantes actividades de promoción y estudio del Camino Francés y de los itinerarios en general. En ella se celebró, por ejemplo, el I Congreso Internacional de Asociaciones del Camino de Santiago, un momento histórico donde se tomaron decisiones que en los años noventa iban a dar forma y sentido a la Ruta Jacobea en muchos aspectos -credencial, creación de albergues, nacimiento de la revista Peregrino, propuesta de fundación de la futura Federación Española de Asociaciones del Camino, etc.-. Tuvo lugar en septiembre de 1987 y también dio lugar a la creación de la asociación local de Amigos del Camino de Santiago, la novena de España. En 2005 esta entidad comenzó a editar la revista Jaca Jacobea.

Jaca celebra cada año el Festival Internacional en el Camino de Santiago. Iniciado en 1991, es la más antigua y relevante iniciativa lúdico-festiva de cuantas se llevan a cabo en el Camino Francés en España inspiradas en la cultura jacobea. Como corresponde a su historia de punto de parada y descanso tras superar los Pirineos, dispone Jaca de una variada oferta de servicios de todo tipo para el peregrino. Destaca, entre los establecimientos especializados, el albergue del Hospital Viejo.

El Museo Diocesano, situado en la catedral, conserva una colección de pintura románica que el peregrino no debe perderse y en la que es posible rastrear la influencia de la cultura del Camino en este estilo artístico. [MR]

V. Aragonés, Camino / Indalecio, San


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