Ciudad en el sur de Inglaterra, en el condado de Hampshire, con aproximadamente 222.000 habitantes. A 1.861 km de Santiago. Es un histórico punto de partida de peregrinos en barco. Constituye uno de los principales puertos de Gran Bretaña, tanto en el ámbito comercial como en lo que a transporte de personas se refiere. El estudioso jacobeo británico Brian Tate señala que la ciudad poseía en la Edad Media uno de los mayores fondeaderos, y que a cambio de lana -exportada principalmente a Flandes e Italia- la ciudad importaba vino. En el periodo de entreguerras llegó a acoger casi la mitad del tráfico de pasajeros de todo el Reino Unido, mientras que en la actualidad se erige en el principal puerto de transporte de mercancías del canal de la Mancha.
La urbe conserva aún a día de hoy una puerta llamada “del peregrino”, hecho que evidencia un culto a Santiago muy temprano, que en algunos enclaves ingleses se considera anterior incluso al descubrimiento de la tumba en el monte Libredón.
El siglo XII conoce las primeras expediciones por mar desde este muelle y otros de la costa británica, entre los que destacan Bristol, Plymouth, Dartmouth y Porstmouth. El viaje a Compostela por mar, así como a las otras dos peregrinaciones mayores -Roma y Tierra Santa- llegó a ser tan habitual que, según el geógrafo islámico al servicio de Roger II de Sicilia, Al Idrisi, la denominación bajo la cual los británicos conocían el golfo de Vizcaya era “Mar Inglés”. Este itinerario y otros se corresponden con los trazados centurias antes por romanos, fenicios y vikingos, en este orden.
Multitud de caminos interiores partían hacia los puertos anteriormente mencionados, los más remotos desde Escocia. El destino preferente era el muelle de A Coruña -conocida por aquel entonces como Crunia-, seguido muy de lejos por los atracaderos de Ferrol, Ribadeo, Viveiro y Muros, llegando hasta la ría de Arousa. La ruta desde estos puertos hasta Compostela se conoce como Camino Inglés.
Con todo, hasta la Guerra de los Cien Años (1337-1453) el itinerario más popular será el que en apenas ocho horas surcaba el canal de la Mancha hasta la orilla francesa. La hospitalidad ofertada en la Mansion Dieu de San Nicolás de Calais convertía a esta ciudad en lugar de referencia. También atracaban los peregrinos en las urbes de Brujas y Nieuwpoor, en la actual Bélgica. El trazado seguía a pie por el camino turonense, favorecido por la circunstancia de que muchos de los terrenos que cruzaba -en las zonas de Guyena y Aquitania- pertenecían a la Corona británica. Los puertos franceses más populares eran Boulogne, Dieppe, Dinan, Tréquier, Nantes, La Rochelle, Burdeos, etc. La contienda entre ingleses y franceses provocará la decadencia de este camino a favor de las rutas que desembarcaban directamente en Galicia o en otros puertos del norte peninsular, como Bilbao y Santander. Esta última opción era la utilizada por los peregrinos que no podían pagar un pasaje hasta las costas gallegas. Bayona fue durante la Baja Edad Media un puerto que recibió multitud de peregrinos procedentes de Southampton, los cuales proseguían por Irún hacia el Camino Vasco del Interior, enlazando con el Camino Francés en Santo Domingo de la Calzada.
Por otra parte, la toma de Lisboa ocasionó un nuevo flujo de peregrinos que atracaban en Portugal. El auge de las peregrinaciones marítimas se da entre los siglos XIV y XV.
Aparte de los documentos que debían portar ciertas personas del mundo civil y religioso -caballeros, obispos, etc.- para embarcarse rumbo a Compostela, la Corona británica llegó a expedir durante el medievo -sobre todo en la Baja Edad Media- un buen número de licencias que posibilitaban a un armador o capitán subir a bordo peregrinos con destino a Santiago.
Desde Southampton partieron varias naves en la era bajomedieval: Blythe, Edward, Holygost, Mary, Trinity y Valentine of Southampton. Merece una mención especial el mítico Mayflower of Plymouth, barco que partió desde Southampton rumbo a América en 1620. Sus pasajeros son conocidos como los padres peregrinos. Esta comunidad fundaría en Massachussets (Estados Unidos) la colonia de Plymouth. El mencionado navío también recaló en las costas gallegas.
La concesión de más o menos salvoconductos se observa en la cadencia de años santos -celebrados cada 6, 5, 6 y 11 años-, en los que esta afluencia aumenta de forma considerable.
En el Año Jubilar de 1473 peregrinaron hasta Compostela dos personajes que dejaron constancia de sus viajes. Uno fue John Paston, autor de las conocidas The Paston Letters, y el otro Anthony Woodwille, barón de Scales.
El noble celebró su peregrinación cubriendo su escudo de conchas de vieira. En su relato menciona que partió desde Southampton en el mes de julio, en compañía de “un venerable caballero llamado Louis de Bretailles, que se deleitaba con todas las cosas virtuosas y honestas, que dijo que tenía un libro que él confiaba me iba a agradar mucho, y me lo trajo, y nunca había visto yo el libro, y se llamaba Sayings and Dicts of the Philosophers”. La primera esposa del noble murió en la peregrinación. Durante su estadía en España Woodwille compró varios manuscritos de carácter moral y piadoso y se dedicó a traducirlos. Entre otros santos lugares, visitó Roma y San Nicolás de Bari.
Antes de la llegada de la Reforma (s. XVI), la ruptura entre Enrique VIII (1509-1547) y la primera de sus seis esposas, Catalina de Aragón -casualmente la propia reina estuvo en la catedral compostelana poco antes de partir hacia la isla británica-, provocó el distanciamiento definitivo entre Inglaterra y Roma. Este hecho afectó sobremanera al mundo de las peregrinaciones inglesas, lo que redujo desde entonces a ocasiones más o menos puntuales.
En el presente la tradición jacobea de Southampton se ha perdido, aunque la Confraternity of Saint James en Londres se está encargando de la revitalización de estas antiguas rutas. [SOB]